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Tener una mascota no solo implica amor y compañía, sino también una gran responsabilidad y compromiso. Según el subcomisario Fernando Corredor, jefe de la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental de la Metropolitana de Cúcuta, la Ley 1801 establece un marco jurídico que permite sancionar a los dueños que no cumplan con sus deberes, especialmente cuando sus mascotas afectan la seguridad, salud o bienestar de otros.

Ser un Tenedor Responsable

Las mascotas, como seres sintientes, confieren a sus dueños la categoría de “tenedor responsable”. Esto implica que:

• Los dueños deben garantizar el uso de elementos básicos como collar, traílla y, en caso necesario, bozal, cuando sus mascotas estén en espacios públicos.
• Los daños causados por las mascotas, ya sea a personas u otros animales, recaen en la responsabilidad de sus propietarios.

Problemas Comunes y Sanciones

Entre las conductas irresponsables más frecuentes están:

1. No recoger los excrementos de las mascotas en lugares públicos, lo que puede generar problemas de salud pública, como parvovirosis o infecciones respiratorias.
2. Permitir que las mascotas ensucien propiedades ajenas, lo cual está sancionado con multas administrativas tipo 2, equivalentes a varios días de salario mínimo.

Estas acciones no solo afectan la convivencia, sino que también resultan en sanciones económicas significativas.

Bienestar y Cuidado: Un Deber Fundamental

La seguridad y el bienestar de las mascotas dependen de sus dueños. Esto incluye:

• Garantizar atención médico-veterinaria adecuada.
• Evitar situaciones que causen estrés, pánico o dolor a las mascotas, como la exposición a sonidos fuertes o el uso de pólvora.

De acuerdo con la Ley 1774, las mascotas tienen derecho a un trato digno, lo que exige de sus dueños acciones concretas para proteger su salud física y emocional.

Educación y Prevención: Claves para una Convivencia Armoniosa

Adoptar una mascota significa comprometerse a garantizar su bienestar, respetar a la comunidad y promover la convivencia armónica. La prevención y la educación son fundamentales para lograr un equilibrio entre el cuidado de los animales y el respeto por todos los seres vivos.