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El 19 de septiembre se llevaron a cabo manifestaciones en diferentes ciudades de Colombia en apoyo al presidente Gustavo Petro. Estas marchas fueron convocadas para expresar el rechazo a lo que algunos sectores consideran un intento de golpe de Estado contra su gobierno y para defender la posibilidad de un proyecto progresista en el país.

Durante las marchas, los manifestantes señalaron que lo que está en juego es la continuidad de un cambio político en Colombia. Para muchos, las críticas y la oposición al gobierno actual buscan mantener a los mismos grupos y familias en el poder, perpetuando las desigualdades sociales y la pobreza en la nación. Los organizadores de la marcha denunciaron que ciertos sectores del gran capital y los medios de comunicación han calumniado constantemente al presidente Petro, ocultando los logros de su gobierno y distorsionando la realidad.

Baja Participación y Debate Público

A pesar de la convocatoria, la marcha del 19 de septiembre registró una participación notablemente baja en comparación con otras manifestaciones recientes. Este hecho ha generado un debate sobre el nivel de respaldo actual que tiene el presidente Petro entre la ciudadanía. Algunos sectores ven en la baja asistencia un indicio de que el apoyo al mandatario ha disminuido, mientras que otros defienden que la convocatoria fue una muestra de compromiso con las políticas de cambio social.

Testimonios Mixtos de los Asistentes

Algunos asistentes llegaron a la marcha en respuesta a invitaciones directas que recibieron a través de llamadas telefónicas, como fue el caso de desplazados y beneficiarios de programas sociales. Sin embargo, mientras algunos expresaron su apoyo genuino al presidente, otros revelaron que acudieron tras ser contactados, lo que ha generado críticas sobre la autenticidad de la movilización.

División de Opiniones

Las reacciones ante la marcha han sido diversas. Mientras que un sector de la población apoya las manifestaciones como una defensa de las políticas progresistas del gobierno, otros critican la movilización, argumentando que la baja asistencia refleja la disminución del respaldo popular hacia el presidente Petro y su administración.

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En su análisis de la situación de Colombia, el presidente Gustavo Petro recurre a la teoría de Jürgen Habermas, afirmando que la violencia que ha marcado la historia del país es consecuencia de la ausencia de una verdadera comunicación social. Para Petro, la violencia se genera cuando el diálogo se interrumpe y el silencio predomina, creando un entorno en el que la falta de intercambio genuino de ideas alimenta los conflictos.

Durante más de 75 años, Colombia ha vivido bajo una cultura de violencia que, según Petro, refleja la ausencia de una comunicación auténtica entre los ciudadanos. Este fenómeno ha sido agravado por la influencia de medios masivos como RCN y Caracol, los cuales, a su juicio, distorsionan la realidad y embrutecen a la población, silenciando las voces de los jóvenes y los sectores críticos.

Aunque existen medios que ejercen la libertad de prensa y opinión, Petro considera que muchos están dominados por intereses económicos y políticos, lo que limita la pluralidad de voces y refuerza la manipulación de la información. No obstante, surge una reflexión importante: si se descartan los medios tradicionales como vehículos de la comunicación social, ¿es la visión del presidente una verdad absoluta o simplemente otra perspectiva en un entorno complejo?

El debate sobre la comunicación social en Colombia sigue abierto, ¿tú qué opinas?

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El Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, lideró un foro organizado por la revista Cambio para socializar los puntos claves de un Acuerdo Nacional orientado a lograr consensos sobre las reformas necesarias para el país. Este evento reunió a actores del sector privado, la sociedad civil, el Congreso, la academia y los medios de comunicación.

Durante el foro, el Ministro destacó la importancia de un acuerdo que integre a todas las fuerzas políticas, con el objetivo de avanzar en reformas clave como la de salud, la reforma laboral y la ley de jurisdicción agraria. Cristo subrayó que sectores de la oposición y del gobierno deben adaptarse a los cambios y fomentar el diálogo para lograr una agenda legislativa sólida.

Además, se informó sobre las gestiones en las 16 zonas de programas de desarrollo con enfoque territorial (PDET), donde se priorizan proyectos vitales para las regiones. La invitación a participar en este acuerdo se extendió también al partido Centro Democrático, en aras de construir una plataforma unida para enfrentar los desafíos políticos y sociales.