Perfil realizado por: Maried Garcia.

Enfrentar obstáculos y desafíos puede transformar el futuro de una persona. Caer, levantarse y seguir adelante forma campeones con una mente fuerte y segura. Así es la historia de Noraima Valentina Mejía Contreras, una joven de 14 años que ha demostrado un deseo imparable de superarse y dejar huella en el mundo del deporte.

Noraima nació el 22 de abril de 2010, cuando los médicos informaron a su madre, Sandra Acosta, que su hija nacería sin su mano izquierda. Pese a la preocupación inicial, Sandra acogió a Noraima con amor y gozo, consciente de los retos que enfrentarían. Con el paso de los años, esa noticia que pudo haber limitado a muchos, fue el motor de superación para Noraima, quien ha forjado una personalidad basada en el amor propio, la responsabilidad y el optimismo.

UNA INFANCIA MARCADA POR LA RESILIENCIA

A lo largo de su vida, Noraima ha lidiado con una sociedad a menudo excluyente y discriminatoria. Durante su etapa escolar, sufrió acoso físico y emocional por parte de algunos compañeros, quienes la hacían llorar y se burlaban de su condición. Sin embargo, lejos de derrumbarse, Noraima encontró la fuerza para sobreponerse, dejando de lado los comentarios malintencionados y enfocándose en lo que verdaderamente importa: su crecimiento personal.

EL APOYO DE SU FAMILIA: SU MAYOR PILAR

Detrás de cada gran logro de Noraima está su familia. Su madre, Sandra, y su padre putativo, Carlos, un entrenador de gimnasia, han sido una fuente constante de apoyo, alentándola a no ver limitaciones en su camino. Junto a su hermano, su mayor admirador, Noraima ha encontrado en su familia el sostén que necesita para enfrentar cualquier desafío, especialmente en su camino como deportista.

UNA DEPORTISTA NATURAL

Desde pequeña, Noraima mostró una inclinación por el deporte. Con tan solo 10 años, comenzó a entrenar gimnasia y música urbana, destacándose en competiciones a nivel nacional. En Cartagena, su equipo obtuvo el cuarto lugar en una importante competencia, marcando el inicio de su carrera deportiva.

Con la guía de Carlos, Noraima se adentró en el mundo del atletismo donde conoció a Jorge Benavides, entrenador de Para-atletismo, quien la ha formado en esta  disciplina, encontrando su pasión en esta disciplina. Su desempeño ha sido notable, logrando un cuarto lugar en los 100 metros planos y una medalla de oro en salto largo en los juegos departamentales.

UNA JOVEN PROMESA DEL DEPORTE

El talento y esfuerzo de Noraima no han pasado desapercibidos. Alfonso Alejandro Visbal, arquero de la Selección Colombiana de Amputados, ha reconocido su potencial, considerándola una pieza clave para el equipo de la Federación Colombiana de Fútbol Femenino de Amputadas. Su compromiso diario, alternando entrenamientos entre atletismo y fútbol, es una muestra de que no hay barreras para quien tiene el deseo de superarse.

“A PESAR DE LAS DIFICULTADES, SIGUE TUS SUEÑOS”

Noraima ha aprendido a abrazar su singularidad, convirtiendo lo que muchos ven como una dificultad en su mayor fortaleza. Su mensaje es claro: no importa lo que digan los demás, lo importante es seguir adelante y luchar por tus sueños.

Con la mirada puesta en el futuro, Noraima tiene un objetivo claro: ganar la Copa del Mundo junto a su equipo en el Mundial Femenino de Amputadas que se disputará en Barranquilla. Está lista para demostrar todo el esfuerzo, la dedicación y el amor por el deporte que la han llevado hasta aquí.

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El pádel, un deporte que combina elementos del tenis y el squash, ha ido ganando popularidad en todo el mundo desde su creación en México en 1969. Este deporte, jugado en parejas en una pista cerrada con paredes de vidrio y malla, se ha convertido en una actividad tanto social como competitiva. Su objetivo es golpear la pelota para que rebote en el lado contrario, haciendo que el juego sea rápido y dinámico.

En Cúcuta y su Área Metropolitana, el pádel ha encontrado un terreno fértil para su desarrollo. En los últimos años, han surgido varios clubes y canchas dedicadas a este deporte, facilitando el acceso a jugadores de todas las edades y niveles. El primer torneo en el Depadel Club de Boconó ha sido un éxito, atrayendo a un público exigente y demostrando el creciente nivel de competitividad de los jugadores locales.

El auge del pádel en Cúcuta ha generado un impacto positivo en la comunidad, con el surgimiento de escuelas y entrenadores especializados que ofrecen clases tanto para principiantes como para jugadores experimentados. Este crecimiento ha consolidado el pádel como una opción de entretenimiento y ejercicio, no solo para los jóvenes, sino también para adultos que buscan una actividad saludable y divertida.

Además del pádel, el Depadel Club también ofrece la alternativa de jugar Pickleball, un deporte de palas que combina elementos del tenis, bádminton y tenis de mesa, brindando aún más opciones deportivas a los habitantes de la región.

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El fútbol, el deporte más apasionante del mundo, también es una herramienta de unidad y esperanza en el barrio Pro del Este. Aquí, un grupo de niños y adolescentes pertenecientes a la escuela Talento Motilón entrenan con entusiasmo, desafiando los obstáculos económicos que limitan sus oportunidades. Fundada en 2013 por exjugadores del Cúcuta Deportivo, la escuela ha sido un semillero de talento local, brindando a jóvenes la oportunidad de desarrollar sus habilidades futbolísticas.

Con el objetivo de participar en el Torneo en Santuario, Antioquia, los entrenadores, padres y la comunidad se han unido en una serie de actividades de recaudación de fondos. Desde rifas hasta la venta de comidas, todos se han involucrado para cubrir los costos de transporte y participación en este importante evento.

Una de las iniciativas más destacadas fue un partido amistoso jugado por un grupo de madres, quienes además de ser apasionadas por el fútbol, son emprendedoras. El evento, realizado en la cancha sintética del barrio, no solo generó ingresos por la venta de bebidas y alimentos, sino que también promovió el empoderamiento femenino dentro de la comunidad.

Este esfuerzo ha permitido que más de 60 niños, muchos de ellos provenientes de sectores vulnerables como Camilo Dindurán y Manuela Beltrán, puedan participar gratuitamente en la escuela. La jornada culminó en un acto lleno de energía, donde algunos pequeños no pudieron resistir la tentación de jugar bajo la lluvia, simbolizando la inquebrantable pasión por el fútbol que supera cualquier adversidad.

La escuela Talento Motilón no solo busca desarrollar futuros futbolistas, sino también forjar una comunidad unida, llena de valores y oportunidades para los jóvenes.