¡Ahora podrás oír la noticia con este audio!

La Selección Colombia, patrocinada por Positiva Compañía de Seguros, está lista para competir en los World Skate Games Italia 2024, un evento internacional que reúne 12 deportes sobre ruedas. El equipo, conformado por 28 deportistas, ya se encuentra en Monte Silvano, Italia, para familiarizarse con la pista donde se llevará a cabo la competencia, que comenzará el 13 de septiembre.

Gabriela Rueda, la deportista más experimentada del equipo, con títulos mundiales y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud, destaca el compromiso y la energía positiva del equipo. Rueda lidera con determinación y dedicación, guiando tanto a juveniles como a mayores en su esfuerzo por revalidar el título mundial.

El equipo ha estado entrenando durante dos meses para este evento, y aunque la pista en Italia es diferente a la que están acostumbrados en Colombia, están preparados al máximo para dar lo mejor en la competencia.

La Selección Colombia se encuentra afinando los últimos detalles de su preparación para el enfrentamiento clave contra Perú, que tendrá lugar el 6 de septiembre a las 8:30 p.m. (hora de Colombia), como parte de la séptima jornada de las eliminatorias sudamericanas.

El equipo ha estado entrenando en Barranquilla, donde se ha enfocado en ejercicios de fuerza, coordinación y precisión. La preparación física y táctica ha sido crucial, ya que Perú, con su nuevo entrenador y sólida organización táctica, se perfila como un rival difícil de vencer. Camilo Vargas se perfila como el arquero titular, mientras que en defensa sobresalen Daniel Muñoz, Carlos Cuesta, John Lucumí y Johan Mojica.

En cuanto a las novedades, Jefferson Lerma podría ser baja debido a molestias físicas, y Juan Camilo Portilla ha sido convocado como posible sustituto. El mediocampo contará con Richard Ríos y Kevin Castaño, acompañados por los extremos John Arias y Luis Díaz, mientras que James Rodríguez jugará en la media punta.

Colombia busca regresar con los tres puntos de Lima en un partido decisivo para continuar con su camino hacia la clasificación al Mundial. Los jugadores y el cuerpo técnico, liderados por Néstor Lorenzo, están completamente enfocados en este importante desafío.

En una tarde vibrante de baloncesto en silla de ruedas, el Coliseo Toto Hernández de Cúcuta se convirtió en el epicentro del deporte nacional durante la gran final del torneo nacional interclubes. El evento, celebrado entre el 27 y el 29 de agosto, reunió a destacadas delegaciones de Antioquia, Valle, Bogotá y el equipo local de Norte de Santander.

Durante los tres días de competencia, los equipos exhibieron un alto nivel de juego y habilidades. Sin embargo, la final demostró ser un desafío formidable para el equipo de Norte, que enfrentó a un sólido conjunto del Valle del Cauca, el cual se coronó campeón con un marcador final de 69-59. A pesar de la derrota, Norte mostró una destacada resistencia y un desempeño competitivo.

El equipo del Valle del Cauca, con una alineación que incluía a tres jugadores de gran estatura, se mostró implacable y aprovechó su buen sistema de juego para llevarse el título. A pesar de que Norte de Santander neutralizó los feroces ataques de los vallecaucanos en momentos clave, no logró igualar el marcador debido a la rápida reacción de los armadores rivales.

El entrenador de Norte de Santander reconoció el desafío que representa enfrentarse a un equipo con una mentalidad ganadora y expresó la necesidad de continuar trabajando en la estrategia y la psicología del equipo. A pesar de la tristeza por la derrota, destacó la importancia de la experiencia adquirida y el aprendizaje para futuros torneos.

El torneo no solo fue una oportunidad para medir fuerzas en la cancha, sino también para que los asistentes y jugadores valoraran el nivel de competencia demostrado. Al finalizar el evento, tanto el equipo campeón como los subcampeones y el tercer lugar mostraron satisfacción con el desarrollo del torneo.

Los amantes del baloncesto en silla de ruedas esperan que este tipo de eventos sirva como un catalizador para que los dirigentes locales y departamentales inviertan en la modernización del Coliseo Toto Hernández y en la mejora de los escenarios deportivos para este deporte.

Este torneo marcó un hito en el baloncesto en silla de ruedas en Colombia, y tanto los equipos como los aficionados se despidieron con la esperanza de ver mejoras y un crecimiento continuo en el deporte.