En un encuentro con la prensa, el diputado venezolano rechazó contundentemente las declaraciones del canciller venezolano sobre el supuesto tren de Aragua. Según el canciller, este tren sería una invención de países cercanos a la frontera. Sin embargo, durante la conferencia, se demostró que el tren de agua es una ficción creada por la mediática internacional, similar al caso del cartel de Los Soles.

La realidad es que el Tren de Aragua ha generado terror en varios países de Latinoamérica, incluyendo Perú, Chile, Colombia y Venezuela. Aunque algunos niegan su existencia, las acciones delictivas de esta megabanda son innegables. Desde extorsiones hasta trata de personas, su presencia se extiende más allá de las fronteras . Es crucial que los gobiernos de Caracas y Bogotá coordinen esfuerzos para desmantelar estas bandas criminales y garantizar la seguridad en la línea fronteriza.

Consultamos al presidente de la Asociación de Víctimas del Conflicto Armado en Colombia, quien afirmó que el tren de Aragua no existe y es un invento de los medios de comunicación. Sin embargo, para quienes viven en la frontera, la realidad es dolorosa y urgente.

La coexistencia de ficción y realidad en la frontera plantea interrogantes sobre la percepción pública y la manipulación mediática. ¿Cómo se construyen estas narrativas? ¿Qué intereses están en juego? El debate persiste, y la verdad sigue oculta entre las sombras de la diplomacia y la seguridad nacional.

En conclusión, el tren de Aragua es más que una simple noticia: es un reflejo de la complejidad de las relaciones internacionales y la lucha contra el crimen organizado. La frontera es un escenario donde convergen verdades y mentiras, y es nuestra responsabilidad discernir entre ellas.